Comienza la aventura.

    La propuesta de ir a dormir a una cabaña en las faldas del Gorbea ha tenido mucha aceptación y tras montar los bártulos como si nos fuéramos para un mes...
    ... damos el pistoletazo de salida.
    Pedaleamos por una buena pista.

    El río Baias no trae demasiada agua, por lo que vadeamos el río montados en nuestras bicicletas.
    - Berriro, berriro...

    La poza de Zaldibartxo se nos queda demasiado grande, por lo que seguimos hasta las campas de Igatz para darnos un baño.
    A partir de Igatz abandonamos la pista y rodamos por senderos.
    Las dificultades aumentan y ponemos a prueba la pericia de los ciclistas.
    De nuevo cogemos la pista principal para realizar los últimos metros.
    La meta esta cerca...
    ... y al fin llegamos a nuestro destino.
Mientras unos preparan la cena, los más pequeños buscan ramas por los alrededores con las que alimentar el fuego.
Y tras una suculenta cena...
... es hora de fregotear y sentarnos frente al fuego a contar historias.
    Después de una ajetreada noche...
    ... nos damos un paseo por el hayedo...


    ... para después coger las bicis y desandar lo andado el día anterior